La oscuridad antecede
el cuerpo se revoluciona, mi hueso cruje
se descompone en vapor y gris
retorciéndose en un azul plomo
se descuelga furioso
el silencio aclama rayos
atravesando formas, agresivas, candentes
todo se revoluciona, apenas me estabilizo
la quietud se corta, se hace efímera, se licua
se lleva la tierra
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