La tormenta en la montaña no suena igual que en la ciudad
los truenos resuenan por todos lados
no hay lugar donde uno se pueda refugiar
Rayos caen sin piedad
la oscuridad de repente resplandece
la tarde se hizo de noche
nos subimos rápido al auto
y buscamos escapar
la gente del pueblo está alarmada
escucho sus comentarios
todos corren a guardar los autos, las motos
la lluvia comienza, los vientos de la montaña amenazan
la piedra se hace inminente
de repente silencio absoluto
el granizo cae sin límite
todo se vuelve blanco
el pasto cubierto de hielos
formas redondeadas, triangulares, en punta
techos que resuenan sin cesar
un auto pasa y en la desesperación
se refugia bajo un árbol
el mundo parece deshacerse
todo en un minuto acaba
la montaña relincha

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