jueves, agosto 06, 2015

A Paco y Antología de Poemas 2005

por María Victoria Verzura


A Paco





*

Hoy
quisiera
tener 2 años
y no entender nada de la vida
no saber del sufrimiento
y pensar que somos
inmortales

*

Dicen
que la vieron caminar
por los pasillos del Hospital Bancarios
vestida de monja
llevando en silla de ruedas
a una mujer
de pelo blanco
la mujer
al otro día
murió

*

Él también camina los pasillos
llevando su vieja valija
y su traje azul
elige los cuartos
las noches de luna llena
envuelve
en su visita
cada próxima muerte

*

Escenario
desesperación
no era mi casa
era un lugar horrible
teñido de dolor
siento desmayarme
la pieza goteaba
de sangre fresca
los pasillos los pisos
se patinaban
de líneas rojas
el centro
un charco
marcó tus últimos pasos
los sillones blancos
ya no lo eran
tu cara se invadió
de rojo muerte
tu cuerpo
se acurrucaba
sobre la pared



*

¿Adónde estabas esa noche?
los dejaste solo
como nunca había estado
sobre la pared
dejó su aliento
sueño eterno
del que no despertará
y vos
como si nada
seguís mirando
desde tu cruz
la muerte
de seres inocentes

*

¿Por dónde se empieza
a limpiar tu muerte?
Los pisos estaban llenos
de tu sangre
y los trapos
no alcanzaron
tu cuerpo blanco
olía mal
tu boca estaba cubierta de rojo
te limpiamos
con agua oxigenada
pero tu pelo
ya no brilló


*

Hicimos un pozo
la tierra estaba húmeda
el día gris y el frío
acompañó la escena
quería gritar
llorar
hasta quedarme sin voz
la tierra cayó
te tapó
ya no te veo más

*

La tierra tapa a la tierra
y tu cuerpito recién muerto
ya no se ve
una flor inmaculada
te acompaña
y una manta clara
abraza
tu piel blanca atigrada
te dormiste
como casi siempre lo hacías
con tu carita sobre el piso
y tu nariz rosada
bordando flores
en la cerámica
de la cocina
el cielo te espera
lleno de copos
de algodón
suave
que pasa entre tus deditos separadas
y tus uñitas sin filo

*

Miro
nada
la nada
después de la muerte
ese vacío
ácido
todavía conservo tu olor
y tu mirada
perdida
nunca más miró

*


Antología 2005


*

Hoy soy Victoria
sentada sobre mi cama
a lo indio
escribo
mientras una brisa
mueve mis girasoles
próximos a aflorar
y una ventana se abre
al compás de las nubes
no tengo sueño
tal vez siento el cuerpo libre
ya no está atado a tus deseos
a los míos
ellos buscan refugiarse
en otros
lo necesitan
para seguir
como las nubes
cuando arman nuevas tormentas
y los poetas
escriben nuevas canciones.


*

De la nube
creció la flor.

Con la lluvia
el cantero se cubrió
de musgo verde.

Me gusta que mis plantas crezcan
las cuido
no les hablo
les saco las hojas verdes
y renuevo la tierra.

Los girasoles en invierno no salen
¡pero qué lindos estuvieron!

Los marcos color tierra
me sirven
de sostén.

Apoyo el mentón
y miro para abajo:
las terrazas ajenas
y el gato del vecino
que duerme sobre la mesa
como si el mundo no estuviera girando.

Acá no hay techo
el cielo está muy cerca
las nubes me despeinan
y el viento no tiene límites

*

Cómo podría alguien envidiar mi vida
tal vez el opuesto atrae
lo extraño
esa beta de escritora
exponerse sin maquillaje
ahondar por lo oscuro de uno mismo
y pintar las paredes con palabras
que reboten en otros
sentidos
eso es lo que quiero
ese movimiento
tan ínfimo como trascendente
influir y dejarme influenciar
experimentar
el hecho de buscar
lo exactamente imposible
mirarte
nunca me pudiste ver
golpearme
en los intentos fallidos
pero intentos al fin
no esperar nada del futuro
cuando ni siquiera el presente mismo
existe
ser inconsciente
nombrar a la muerte
como algo cotidiano

*

me subo al taxi
cierro los ojos
dejando que el viento frío
me choque
y vuele mi pelo
junto con las mil ideas
que hoy
circundan mi cabeza
y pienso en lo que tengo que escribir
nunca
más bien dicho
casi nunca
me obligo
sino que surge
como una necesidad
que sale del cuerpo
que no se quiere guardar
que tal vez
ya no quiera ser mía

*

cuando escribo
soy yo
plena
me siento
me miro
y veo lo más hondo
de mí
libre
el papel y yo
nos mezclamos
en ese encanto
misterioso e incomprensible
que sale desde adentro
sin preguntar
adónde estamos
ni qué hora es

*

Sonidos capturados por mí me llevan a sentirme libre en este lugar en el que tanto y tan poco he vivido. Un lugar lleno de sol y verde, agua fría y senderos de tierra que me transportan a acequias quietas y pinos altos. No sé quién fui y por qué llegué. Sólo me planto junto a mis árboles de hojas chiquitas y amarrillas, me siento en mi reposera blanca y gastada a absorber el fuerte aroma del sol cuando quema mi piel quasi bronceada y escuchar el mundo de gatos y pájaros que rueda a mi alrededor.
Quiero esto, ahora, un rincón de tranquilidad a pocos pasos del mundo urbano. Memoria que me linda a una infancia de juegos y bicicletas, a noches de luna y bailes adolescentes. Despojos de mí en cada encuentro con estrellas nocturna, soy nada antes ellas. Me gusta respirar el aire puro que filtra cambiando mis estados. La vida acá tiene todo lo verde del campo y todos los ruidos de la ciudad. Mezcla perfecta que elijo cada vez que quiero escaparme de mí misma.

*

Yo no soy igual a los demás
las cosas que pasan a mi alrededor
me afectan
la muerte me hace revalorizar
me hace dar vueltas sobre mi vida
me hace escribir
madurar
ser extremadamente sensible
me opone
me enfrenta
a los estúpidos
que piensan que el mundo
gira alrededor de ellos
a mí si me conmueve
una puesta de sol
esa muestra de lo chiquitos
que somos en este universo
la voz de un niño cantando
explota inocencia
mis gatos corriendo entre los muebles
y la mirada cómplice
de uno de ellos al robarse
la última golosina
de un plato escondido

*

Tal vez
hoy quiera ser yo
quien te haya
hecho sentir
que alguna vez
has amado

*

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